DOBLE FRUSTRACION / No a la violencia!
Hoy nuestro país atraviesa una profunda crisis producto de unos acontecimientos doblemente frustantes. Es cierto que el sistema político peruano ya arrastraba más de un lustro de estar en coma, sin capacidad de representación legítima, con empresas familiares que fungen de partidos y arropan intereses particulares de quienes pagan por “pertenecer”, con una polarización circense y extremista y una tóxica fragmentación de opciones. Sumado a todo ello tenemos nuestra tradición presidencialista que alienta un persistente caudillismo y exacerba el personalismo vacío de propuestas que animen y encaminen a la sociedad peruana hacia un desarrollo equilibrado y sostenible. Sin embargo, lo que estamos viviendo en este momento amargo contiene unas características particulares que se añaden a la crisis política. Me refiero a la frustración que, a mi modo de ver, es doble para una significativa porción de la población que se identificó con Pedro Castillo, que no solo votó por Perú Libre sino que, e...