Un tropezón, una inauguración.



El alcalde ha sufrido un nuevo golpe en su orgullo. Su cercana colaboradora y principal responsable de algunos éxitos como la remodelación del Parque de la Reserva y los programas de renovación urbana en el centro histórico entre los cuales se encuentra el conjunto habitacional La Muralla, ha sido involucrada en una caso de abuso de poder que facilitó el manejo de información privilegiada a favor de intereses de familiares directos.

Se trata de la arquitecta Flor de María Valladolid, quien ostenta hasta hoy una designación de confianza como Presidenta del Directorio de EMILIMA y principal ejecutiva municipal en los proyectos de renovación y restauración urbanas en el centro de Lima, que permitió que su hija participara en una subasta de terrenos públicos en el año 2005 organizada, justamente, por EMILIMA. Pero no sólo participó si no que se adjudicó un terreno en el distinguido barrio de El Sol de la Molina, por un valor cercano a los 280,000 soles.

Se trata de un evidente conflicto de intereses que un profesional experimentado en la administración pública hubiera detectado al instante. ¿Es verosímil pensar que la hija no le comunicó a la madre sobre su deseo de participar en la subasta? Nos parece que no. Pero si así hubiera sucedido, ¿qué le pasó a la curtida funcionaria que, una vez conocidos los resultados de la subasta, no informó de lo ocurrido a la Corporación Municipal? ¿En base a qué raciocinio concluyó que tal acontecimiento no lesionaría gravemente la confianza otorgada por el Alcalde?

Por el contrario, si hubiera cumplido con informar como lo aconseja el buen criterio –y también su obligación como funcionaria-, hoy podría mostrar una copia de tal hipotética comunicación. De este modo podría intentar defender su conducta que ha mortificado e indignado a casi todos los regidores del Concejo. Y digo “casi” porque siempre aparece uno que fuerza interpretaciones retorcidas e intenta defender lo indefendible. Este jueves le tocó ese rol al ubicuo Ángel Delgado.

Frente a la censura mayoritaria expresada explícitamente por unos pocos regidores e implícitamente por el silencio de los demás regidores (todos ellos afines al partido del Alcalde), lo que se esperaba para hoy era el anuncio inmediato de retiro de confianza por parte del Alcalde a dicha funcionaria. Sin embargo, él prefirió calmar su mal humor inaugurando el intercambio vial Colonial – Universitaria, como de costumbre, de madrugada y sin público.

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